Lo habitual es que a los niños de nuestro país cuando somos
pequeños nos enseñen a dar patadas a un balón y a elegir un equipo de futbol
(preferiblemente Madrid o Barça).
En mi caso no fue distinto (bueno sí, elegí el Valencia),
pero a medida que nos vamos haciendo grandes hay gente a la que nos acaba
aburriendo un deporte donde el 0-0 es un resultado bastante habitual, la
diferencia entre equipos grandes y pequeños es abismal y donde de los 90
minutos de juego, apenas si hay 40 de juego efectivo.
Poco a poco me fue tirando más el basket y el tenis que no
el futbol. El basket me atrajo gracias al formato de la Copa del Rey, 8 equipos
a eliminatoria directa en 4 días. Y del tenis también me encantó esa épica del
todo o nada que tienen los torneos. Ganas y pasas ronda, pierdes y a casa.
A un partido todo puede suceder, no como en el fútbol donde las
federaciones ya procuran que Copas de Rey y de Europa sean a doble partido y
con valor doble de los goles fuera de casa, quitándole mucha emoción a las
competiciones.
Si os gustan las eliminatorias directas, hasta el momento lo
más espectacular que he encontrado en deportes de equipo es el March Madness de
la NCAA de basket. 68 equipos disputando eliminatorias a 1 partido en 3 fines
de semana consecutivos, del cual solo puede salir un ganador.
La primera vez que pude vivir el March Madness por internet
me quedé enganchado a la pantalla, jugadores de 18-21 años llenando campos de
80.000 personas jugando a basket. Ya nunca me he podido desenganchar.
Todavía quedan unas semanas hasta el comienzo de la nueva
temporada, así que el objetivo de este blog hasta entonces será el de
transmitir el suficiente conocimiento como para que os enganchéis y podáis
disfrutar de la que es para mí la mejor competición del mundo del deporte.
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