viernes, 22 de febrero de 2019

¿Deben poder ganar dinero los jugadores en la NCAA?



Uno de los debates más polémicos que todas las temporadas se abren en el basket universitario es el del 'amateurismo' de sus jugadores. ¿Deben poder ganar dinero mientras están en la universidad o por el contrario como sucede ahora, no deben tener ninguna retribución más allá de la beca y todos los beneficios que ella conlleva?

A los 30 segundos de iniciarse la 249ª Batalla de Tobacco Road entre North Carolina y Duke, Zion Williamson, uno de los jugadores más mediáticos que hay actualmente en el mundo, sufrió un esguince de rodilla tras destrozarse espectacularmente una de sus zapatillas Nike. Afortunadamente, la lesión parece que no es grave, pero las circunstancias de la misma han reabierto el debate sobre si deben o no ganar dinero los jugadores mientras están en la NCAA.

Todo el mundo parece tener una opinión sobre esto, con o sin conocimiento de causa, la cuestión es que poca gente se ha quedado sin decir la suya. Principalmente hay 2 líneas de pensamiento, la gente que considera que los universitarios deben ser amateurs, que ya reciben una educación valorada anualmente en decenas de miles de dólares, más otros beneficios como, alojamiento, manutención o pocket money y por este motivo no necesitan tener un sueldo. Por otro lado tenemos a los que afirman que la NCAA moderna se ha convertido en un gran negocio, en el que todos sacan tajada (universidades, entrenadores, dirigentes, medios de comunicación...) menos los que generan el espectáculo, los jugadores. No son pocos los NBA (Trae Young, DeMarcus Cousins...) que han aconsejado a Zion que no vuelva a jugar esta temporada con Duke y no se arriesgue a tener una lesión grave que pueda perjudicar sus futuros intereses deportivos y económicos.

En el fragor de la batalla, muchas veces perdemos el foco de la realidad. Y es que al final todo este debate afecta a menos del 1% de los jugadores becados que hay en la actualidad en la D1 de la NCAA. La gran mayoría de esos más de 4.000 jugadores cuelgan las botas tras su último partido universitario, no se dedicarán profesionalmente al baloncesto y por lo tanto se consideran unos privilegiados por disponer de una beca que les cubre una educación a la que no podrían acceder sin endeudarse durante bastante tiempo.

En la NCAA también tenemos a gente que espera vivir profesionalmente del baloncesto, aunque no sea en la NBA. La mayoría de ellos saca provecho del escaparate que es la NCAA de cara a su futuro profesional y están contentos por lo tanto con su paso por la universidad. Sin duda, preferirían que la NCAA relajara su normativa al respecto, por ejemplo el ex UT Arlington Jorge Bilbao comentaba en Twitter estos días que tuvo que devolver una taza personalizada que le habían regalado unas niñas para cumplir la normativa. O estarían a favor de obtener recompensas económicas en base a objetivos, títulos colectivos o logros personales, pero no son los que darían un vuelco al sistema actual.

Por último tenemos a las superestrellas que ya llegan con mucho hype desde High School, los llamados 5 estrellas, por las que se interesan todas las universidades y a las que ya vigilan los equipos NBA de cara a futuros draft. A estos su paso por la NCAA a veces les beneficia (Zion no hubiese sido nº1 del draft sin pasar por Duke) y a veces les perjudica (Trevon Duval si hubiese podido ir al draft en lugar de pasar por Duke, seguramente habría sido 1ª ronda en lugar de no ser drafteado). Y aquí es donde está realmente el meollo del asunto. Si como parece, la NBA vuelve a dejar que jugadores que acaban High School puedan ser drafteados ese año ¿Qué harán los futuros Zion, Barrett, Little, Reddish, Langford...? ¿Irán a la NCAA a cambio de una beca o se presentarán al draft y se asegurarán un futuro económico sin miedo a lesionarse o a perder stock? Si las opciones son estas, lo que haríamos la mayoría es irnos directamente al draft ¿verdad? De hecho los que han podido como Thon Maker o Anfernee Simons, lo han hecho.

Dependiendo del año es posible que esto suceda con entre 8 o 15 jugadores. Por supuesto, la NCAA puede sobrevivir perfectamente sin esos pocos jugadores. Los fans seguiremos divirtiéndonos viéndola, jueguen en ella los Ben Simmons, Lonzo Ball o Zion Williamson del futuro o no, pero... ¿Se generará el mismo dinero? ¿Les llegarán a los dirigentes de la NCAA los mismos beneficios? ¿Tendrá el mismo impacto mediático y ratings en TV? Personalmente creo que las respuestas son: no, no y no. Solo hay que ver que Duke y sus freshmen han llenado más horas de televisión, podcasts y artículos que prácticamente todo el resto de equipos juntos.

Ah y los más importante ¿creéis que a los dirigentes de la NCAA ésto les da igual? Pues también pienso que no. Por ese motivo creo a que corto/medio plazo se acabará cambiando la normativa para permitir que los jugadores puedan disfrutar de beneficios económicos durante su etapa universitaria, de tal forma que a las estrellas les compense seguir jugando al menos 1 año en la NCAA, ya sea por medio de patrocinios (seguro que Nike o Adidas estarían dispuestas a hacerse con los derechos de Barrett, Zion o Langford mientras están en la universidad) o por otros conceptos. De todos modos, mientras la NBA no cambie la regla, se seguirá abriendo este entretenido debate todos los años... Y no podremos saber si llevó razón con mi predicción 😉